Mueren tres de los más grandes oligarcas chuquisaqueños

Qué gran título para la maquinaria evo-chavista, donde se pone de manifiesto el afán confrontador y no-importista de los mandatarios de turno. Como los muertos no son de su bando son oligarcas. Como los pobladores de Sucre no comparten la idea del totalitarismo, son vándalos, son maleantes, son saqueadores; sabiendo y sin saber que gente como los Durán, los Serrudo y los Cardozo, ERAN gente como digo de a pié con la diferencia que tenían los cojones bien puestos, esos si, hijos de oligarcas que sacrificaron las pocas pertenencias y los pocos pesos que tenían para darles a sus hijos un futuro mejor, para ser profesionales, ser gente que piense diferente, que saque la cabeza y no sean ovejas que repiten sin cesar consignas trilladas y asisten a las marchas sin conocer el fin de la movilización y solo porque han sido amenazados con apedrear sus viviendas o ser separados de la comunidad.

Ostentar el poder por joder, no es hacerle ningún favor a nadie, es ser totalitarista, es ser abusivo, pero no basta, hay que seguir metiendo calda, hay que seguir con los discursos incendiarios, hay que hacer balcón en vez de dar una vuelta de timón, aceptar los errores, intentar tender las manos y los puentes (por ambos bandos), que nos lleven hacia un futuro mejor porque de lo contrario esto solo es el principio del caos, o ¿es eso lo que se pretende?, la generación del caos, de la violencia y a partir del desastre construir una nueva visión de país?, si es así “estamos jodidos todos”.

Como dicen “solo Dios juzgará sus actos”, porque no está en nuestras manos el castigo por ignorar el pesar y el dolor de esas familias, y que les sirva a los interesados si algún día leen esta entrada, de una profunda reflexión, no es posible que mientras unos lloran por sus muertos otros se encuentren festejando su inmerecida “victoria” conseguida con sangre, haciendo gala del aparato gubernamental, los muertos son de todos, todos hacemos este país, el hecho de que pensemos diferente, que tengamos otro color, que nos expresemos de uno u otro modo no implica que se ignore el sentimiento de unos y se glorifique el de otros.